Los Riquelme son dueños de uno de los bufetes más importantes de
Miami. Leopoldo trabaja mano a mano junto a su padre Samuel (un malvado y
manipulador hombre) para mantener en alto el prestigio de aquel
escritorio de abogados. El destino caprichoso juega con Valeria y
Leopoldo al ponerlos frente a frente. Ambos se enamoran
irremediablemente. Valeria, en los brazos del apuesto Leopoldo, parece
lista para olvidar aquel hecho terrible que la marcó.
Él le propone matrimonio y ella acepta, pero la felicidad de la
joven se ve bruscamente truncada cuando aparece en escena Juan Ignacio,
el hermano de Leopoldo, quien hace años atrás destruyó la vida de
Valeria de una manera cruel y cobarde. También aparece la pérfida y
despiadada Miroslava Montemar, quien para lograr el amor de Leo, recurre
a engañar a Valeria haciéndole creer que Leopoldo fue uno de sus
violadores, por lo que Valeria se decepciona de Leopoldo lo rechaza y no
llegan a casarse. La maldad desenfrenada de varios personajes hará
blanco en la pareja.
Un nuevo hecho brutal cambia la vida de todos, y cuando Leopoldo
es acusado de un crimen, Valeria, convertida ya en una poderosa abogada,
hace que el joven sea condenado a prisión a pesar de amarlo con todas
sus fuerzas. El destino de ambos parece sellado por la traición y el
odio. Valeria y Leopoldo caminan sobre una frágil telaraña a punto de
quebrarse. La esperanza de recuperar el amor y ser felices algún día
parece distante, imposible de alcanzar.